Si por fin te has decidido a tener tu propia web hay algunas cosas que debes tener en cuenta antes de firmar un presupuesto.
- Lo más recomendable sería que contrataras el servicio con una empresa que pudiera facilitarte todos los detalles, por ejemplo, que también te tramitara el dominio y el alojamiento o hosting.
- Debes pensar si vas a querer encargarte tú del mantenimiento de tu propia web o lo vas a contratar con ellos también. Quizás si vas a cambiar los textos o las imágenes con frecuencia o vas a tener que alimentar un blog con artículos, es recomendable que escojas un WordPress y que te asegures de que después te enseñarán lo que necesitas saber para ocuparte tú de las publicaciones.
- Es importante que la empresa te asegure que todo estará a tu nombre, tanto la web como el resto de procesos que puedan tramitar, además de facilitarte las claves al final, cuando esté acabada y lista. Piensa que es tu tarjeta de presentación.
- Cuando contratas un dominio y un hosting no te estás casando con la empresa proveedora, solo es un alquiler y si lo deseas puedes cambiar de proveedor y trasladar estos parámetros a otro sitio.
- Si tienes previsto contratar un mantenimiento o quieres saber cuánto te cobrarán por cada cambio que tú quieras hacer en tu web en el futuro, pregúntalo y no te dejes ningún detalle por comentar.
- La empresa con la que contrates el diseño de tu página podría proporcionarte una copia de seguridad, ya que si tocas algo que no debes, deberías poder restaurarla en cualquier momento sin problemas, así que no te asustes pero deja claro este detalle.
- IMÁGENES. Esta es una de las partes más importantes porque es necesario disponer de imágenes de calidad a la hora de diseñar una página web, así que debes contratar a un fotógrafo especializado para realizarlas o hablar con la empresas sobre las opciones que te ofrecen a este respecto.
- LOGO. Tu nombre, tu logotipo y tus colores corporativos deben reflejarse en tu página, es importante para el estatus y apariencia de la misma, así que consulta con tu proveedor este punto o facilítaselo previamente.
- Por último el tono. Tú mejor que nadie conoces a tus clientes, a tu público objetivo o target y a tu sector y por eso debes proponer el tono en el que se redactarán tus contenidos o contratarlos tú mismo con alguien externo y especialista. Este es uno de esos detalles que, junto al logo y a las imágenes, marcarán la diferencia.
Asegúrate de no dejar nada al azar y de comprender perfectamente todos los términos que se incluyen en un presupuesto, tu reputación digital es algo muy valioso.
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